Las causas de la acción de rechinar los dientes de noche suelen ser el estrés pero pueden ser contactos erróneos o malposición de los dientes. Una férula oclusal ayuda a proteger los dientes de abrasión excesiva y relajar los músculos.
De noche la mente procesa nuestras preocupaciones. Como dice el refrán, “nos mordemos los labios” o “apretamos los dientes”. Rechinar los dientes es por lo general inconsciente durante el sueño. Por eso las personas afectadas no se dan cuenta hasta que el daño causado a los dientes no sea visible o empieza a causar dolores. Los dolores de la cabeza y del cuello pueden ser causa del endurecimiento y la fuerte contracción de los músculos maseteros y faciales al rechinar los dientes. Puede pasar también que las articulaciones de la mandíbula sean dañados por la presión excesiva, empiecen a doler, no es más posible efectuar los movimientos de forma correcta. En los casos extremos no es posible abrir y cerrar la boca.
Las lesiones típicas causadas por una excesiva presión local son las siguientes:
- Grietas en el esmalte, bien visibles en los dientes frontales. Se pueden romper incluso partes del esmalte. Los bordes cortantes de los dientes desde entonces aparecen como dañados.
- Inflamación del periodonto y de las encías por la presión excesiva. Dolor sordo, el aflojamiento de los dientes, inflamación de las encías son los resultados.
- Erosión causada por la abrasión de los dientes frontales y caninos se nota mucho. Los bordes de los dientes encajan entre sí durante el movimiento como una cerradura con llave.
Ayuda rápida contra la acción de rechinar los dientes ofrece la férula oclusal. El protector buccal de plástico se utiliza durante la noche.
Generalmente la férula se coloca en el maxilar inferior, porque es allí donde es es más tolerable.
Para la producción de un protector bucal es necesario hacer modelos de ambos maxilares y medir y hacer un modelo de la articulación temporomandibular. Los modelos que el técnico dental realiza para cada paciente es individual.