Las muelas de juicio, o sea los terceros molares son los últimos dientes en aparecer. La mayoría de las personas, aunque no todas, tienen cuatro muelas de juicio, una para cada hilera de dientes. Estos dientes generalmente aparecen al final de la adolescencia o poco después de haber cumplido veinte años. A menudo las muelas del juicio causan molestias, su función masticatoria está reducida y por lo tanto deberían quitarse si es necesario.
Las muelas del juicio son los últimos (los octavos) dientes en la hilera de dientes. No todas las personas las tienen. No siempre están presentes. Alrededor de dos tercios de todas las muelas de juicio erupcionan sólo en parte o quedan dentro de la mandíbula y deben quitarse. Si la erupción de las muelas del juicio causa problemas previsibles, estos dientes deben quitarse como medida preventiva. Es una intervención rutinaria pero implica riesgos: en algunos casos pueden producirse hemorragias, irritaciones de los nervios, en algunos casos lesiones de los nervios. Lo más temprano que se quita la muela del juicio, menos riesgos implica la intervención.